29 de Junio 2004

LA CABEZA DEL TÍTERE-.

Ella no pudo escapar del escenario, quedando suspendida por su único hilo. Balanceándose. Columpiándose. Pero la vida para ella no es ningún juego. Ya no forma parte de nada excepto de la mentira del mundo, y pasa su tiempo representando roles al nivel de su capacidad. Siempre aparece cuando alguien juega al ahorcado, pero nunca le adosan cuerpos con vida; casi ningún títere se mantiene vivo sin su cabeza, aunque alguno hay, realmente vivo.
Y se tiñe de color y participa en partidas de oca, parchís y damas. Cambia de equipo sin previo aviso y provoca la derrota inexplicable en el conecta cuatro. Se cuela en el cepillo de la iglesia vestida de dorado para hacer creer al cura que la recaudación ha sido la suficiente como para no quedarse en un carajillo. Entonces muta. Y el cura reza. Y el camarero calla.
Y ahora ha encontrdo un papel interesante, brillante. La pintan de amarillo y tiran hacia atrás de su hilo elevándola. Sobre ella impresionan la cara de un bebé y ella ve mascar a los conejos y darse una abrazo fuerte a los tele tubbies. Después pasa por vestuario y abandona todo maquillaje. Vuelve a su original negro y rueda hacia este texto para acabar convirtiéndose en un definitivo punto.

Posted by eljebi at 12:49 AM | Comments (1)

24 de Junio 2004

EL TÍTERE SIN CABEZA-.

Nuestro amigo la había perdido en una de sus caídas, pero ya no recordaba en cual. Seguramente fue en la del guindo, porque cuando le pusieron a caer de un burro ya había sido previamente decapitado.
Su caminar parecía desgarbado, su torso se doblaba sobre sus rodillas. Pese a las magulladuras y contusiones no se le veía amoratado, y eso que se había puesto morado de ver marionetas esa mañana, rojo incluso cuando una descarada le puso en un brete pidiéndole que fuera él quien la manejara. Mas ninguno de esos colores permanecía. Verde era como se le veía. Verde era como le habían puesto.
Seguía caminando por el tablado, cada vez más cerca del muro, para poder pasar entre una espada y una pared que amenazaban con detener su marcha. Esa espada no llegó ni tan siquiera a importunarle, tampoco lo hacía la que pendía sobre su cabeza. El caso era que cuanto más se alejaba del escenario peor se encontraba, pero no se detenía. Tras las bambalinas encontró unos sacos de arena atados por unas cuerdas que pendían del techo. Afortunadamente nadie le puso contra ellas, aunque sí le puso una zancadilla, con la que la mayor parte de sus aspiraciones acabaron por los suelos. Usó las pocas aspiraciones que le quedaron sanas para coger aire. Se levantó y continuó su con su escapada. Ahora el dolor se centraba en su bajo vientre. De vez en cuando sentía una opresión inconsolable. Sin duda le estaban poniendo a parir. Pero ésa fue su última prueba, su último suplicio. Ahora le quedaba una última caída, la más anhelada. Así que siguió paso a paso hasta caer en el olvido.
Entonces, fuera del escenario, recordó lo sucedido. Se recordó a sí mismo entre los demás títeres. Y le recordó a él, dejándolos a todos sin cabeza con su afilada lengua. Y nada tenía que ver su decapitación con sus caídas. Y ahora su peso descansaba sobre sus débiles miembros, desequilibrado al haber perdido su soporte principal. Muchos hubieran preferido quedarse en el teatro esperando a que lo recompusieran, pero él no. Él había marchado y asumía sus actos. Ahora le espera un nuevo mundo, donde quizá nadie pueda recomponer su cabeza. Pero eso no le inquieta. Prefiere seguir viviendo sin cabeza. Prefiere seguir siendo él quien mueva sus propios hilos…

Posted by eljebi at 1:19 AM | Comments (0)

23 de Junio 2004

AVISO-.

El señor jebi acaba de bajarse del avión, como quien dice. Y recién aterrizado en su templo y si causas de fuerza mayor y Adecco lo permiten, esta noche escribirá algo.
Un saludo a todos, si es que seguís pasando por aquí.
Besos

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Posted by eljebi at 8:21 PM | Comments (1)