29 de Junio 2004

LA CABEZA DEL TÍTERE-.

Ella no pudo escapar del escenario, quedando suspendida por su único hilo. Balanceándose. Columpiándose. Pero la vida para ella no es ningún juego. Ya no forma parte de nada excepto de la mentira del mundo, y pasa su tiempo representando roles al nivel de su capacidad. Siempre aparece cuando alguien juega al ahorcado, pero nunca le adosan cuerpos con vida; casi ningún títere se mantiene vivo sin su cabeza, aunque alguno hay, realmente vivo.
Y se tiñe de color y participa en partidas de oca, parchís y damas. Cambia de equipo sin previo aviso y provoca la derrota inexplicable en el conecta cuatro. Se cuela en el cepillo de la iglesia vestida de dorado para hacer creer al cura que la recaudación ha sido la suficiente como para no quedarse en un carajillo. Entonces muta. Y el cura reza. Y el camarero calla.
Y ahora ha encontrdo un papel interesante, brillante. La pintan de amarillo y tiran hacia atrás de su hilo elevándola. Sobre ella impresionan la cara de un bebé y ella ve mascar a los conejos y darse una abrazo fuerte a los tele tubbies. Después pasa por vestuario y abandona todo maquillaje. Vuelve a su original negro y rueda hacia este texto para acabar convirtiéndose en un definitivo punto.

Posted by eljebi at 29 de Junio 2004 a las 12:49 AM
Comments

Bueno, todas, como la cabeza del títere, tenemos un hilo importante. Yo lo tengo 4 ó 5 días por semana, justito entre las piernas...

Posted by: cristina almeida on 2 de Julio 2004 a las 07:03 PM
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