Como buen hombre de publicidad, el jebi es completamente fiel a un número determinado de marcas. Unas pequeñas enseñas llenas de distintos significados y valores añadidos. De cualquier manera, no tiene el señor jebi en mente desprenderse ni un solo instante de ninguna de ellas...
...marcando su propio estilo para marcar la diferencia. O marcar la diferencia marcando su propio estilo(ya se sabe que a cada marca debemos asociarle algún eslogan, éste es el primero que surgió y se aprobó).
Ay mi querida Letizia, no encuentro tiempo para escribir en mi blog, y cuando me siento frente al monitor teclado en ristre no sé qué escribir. Es justo entonces cuando me acuerdo de ti. Y de tu prometido. Y si no me acuerdo viene el señor Manresa y desde el TMEO activa mi memoria...
Gracias a todos los implicados en el mundo del colorín por darme nuevos temas con los que entretener a mis niños.
Cierto, Letizia, hace ya mucho que no te dedico unas líneas. Pero casi que paso. Que me la suda lo de tu traje de boda y todo eso. Estoy de acuerdo con Eva Sannun (o como se escriba). Que me caes mal.
Si es que ya te veo en todas partes...
...hasta en la Real casa de Correos y Telégrafos.
Todo el rebaño estaba muy revolucionado. Las ovejas se arremolinaban en torno a los recién nacidos. Sorpresa, pánico, terror, eran algunos de los sentimientos que no llegaban a expresan con toda su magnitud sus estúpidas caras. Todas balaban y los pequeños gemían. Bee, baaa. Un balido se alzó por encima del resto. Todos distinguieron la voz del alcalde y guardaron tenso silencio. Desde el centro del corrillo que se había formado, el alcalde, con los extraños corderitos entre sus pezuñas, se arrancó a hablar.
- Compañeros, familiares, hermanos todos. Hoy hemos vivido todos un acontecimiento que sin duda marcará la historia de nuestra lanuda comunidad. El nacimiento de unos seres desviados, deformes. Sin duda un cáncer que, de no ser cortado tajantemente de raíz, se extenderá emponzoñando el organismo que todos nosotros constituimos. Por ello, y para evitar males mayores, he decidido enviar a los engendros más allá de la cerca
Los gestos de aprobación se multiplicaban en las caras de los presentes. Incluso la madre asentía y resoplaba airadamente.
Y allí dejaron a los negros corderos. Al otro lado de la cerca. En el mundo libre. Mas ni la libertad ni el mundo están hechos para las ovejas, y la primera noche que pasaron allá afuera fueron devorados por una manada de lobos. A los pocos días, una oveja blanca, descubrió los restos de aquellos dos corderos que tanto les atemorizaron. Una amenaza convertida en huesos, lana y unos ojos secos y melancólicos. La oveja volvió llorando al rebaño. Compungida solicitó audiencia con el alcalde. Éste escuchó impertérrito la historia que le contaba su compañera. Tras consolarla sobre su hombro se volvió hacia el resto. Ahora se vio rodeado de rostros tristes y apesadumbrados. La culpa multiplicaba el peso de sus cencerros.
- Hemos cometido un grave error, compañeros, comenzó diciendo. A partir de ahora, para evitar que se devoren entre ellas, jamás permitiremos que dos ovejas negras compartan el mismo exilio.