Doce días hace ya que no acudo a este pernicioso rincón. Casi dos semanas. Y en realidad parece un puto siglo. Muchas cosas han cambiado desde que dejara patente mi odio hacia la figura del concejal de cultura de la entrañable Oviedo. Ahora ya no siento nada hacia él. Los políticos ha pasado a un plano todavía inferior al que ocupaban en mi vida. Y casi mejor, poque cada vez que pienso en ellos me hierve la sangre. Con sus falacias. Con su manipulación. Con su ansia de poder y su afán por gobernar.
He llegado a un momento en el que no valoro la palabra de nadie. Como españa. IU decían tenerla, igual que Aznar hace 8 años, y sólo dos letras han sido suficientes para derrotar a los que iban a más. Una Z y una P publicitariamente míticas. Hasta en las postales gratuitas aparecía el novedoso logo. Dos letras y dos centenares de vidas. Dos millares de heridos. Cuarenta millones de víctimas.
Yo tenía pensado escribir el jueves sobre dos temas para acabar enlazándolos en un alarde de imaginación totalmente pretencioso, pero cambiaron mi discurso. Ya no recuerdo quiénes formaban la caravana de putas que alegraría la despedida de M. Douglas. Ni tampoco me interesa analizar la campaña en bus -y bush-de Rajoy. Las bolsas bajan. Los tiempos cambian. Las amenazas aumentan. Y a mí me gustaría alejarme de todo ello. Salir de Guadalajara y no tener que hacer parada alguna. Olvidarme de andenes y catenarias. Del Islam y del Samur. Cerrar los ojos y correr hacia el futuro pisoteando un pasado leno de sangre. Y no estaré manifestando nada. No quiero que se me escuche. No quiero creer que se me escucha. Acelero y me recuerdo junto a los míos en el febrero pasado gritando No a la Guerra. recuerdo el impacto que causamos todos en el ejecutivo. El caso que se nos hizo. Lo bien que se nos representó. Y me recuerdo también el viernes pasado. Bajo la lluvia de millones de lágrimas. En una manifestación convocada por los mismos que no creyeron en ellas pidiendo que los asesinos nos escucharan. Y los asesinos no estaban cerca, no eran del norte. Ni tan siquiera entendían lo que decíamos. Pero así estuvimos entretenidos expresando una pena que servía para desviar la atención sobre el suceso. Y más mentira. Y más manipulación. Y más política.
Y avanzo lento sin creerme nada. Deseando que de una vez por todas se me demuestre lo contrario. Que alguien sea sincero. Que todos nos entendamos. Que las pesadillas no vuelvan a truncar ni una vez más cientos de sueños. Y quiero mas no puedo. Muevo los pies y no corro. Pesa demasiado el lazo negro de mi pena...
...y es que ya no volverá a haber corredores del Henares.
Abrazos a las familias de Rafita, Conchi, y todos aquellos que han visto sus lazos manchados de sangre y teñidos de negro.
Posted by eljebi at 16 de Marzo 2004 a las 02:04 AMyo también espero lo mismo. Porque alguién por ahí, del que llevo una marca dijo una vez : la Verdad os hace libres.
Extiendo ese abrazo.
Hola, no sé si te habrás enterado de la ciberkdd que se ha organizado para este miércoles día 17 a las 23:00
Si ya lo sabes, perdona por darte la vara y sino ...¿Te apuntas? Más info aquí:
http://jasp.zonalibre.org/archives/024048.html
Un saludo ü~~