6 de Noviembre 2003

BENI (vidi, vinci)-.

Fue cosa de pura brujería que el jebi oyera hablar de este sitio.
Y han tenido que alinearse unos cuantos astros para que por fin franqueara su puerta.

Muchas circunstancias han coincidido en espacio y tiempo, y se aliaron para que los 4 acabaran apurando una lluviosa y fría tarde con sabor a cerveza (que debería haber sido Mahou, pero fue Águila por un descuido) a grandes tragos. Sobre la puerta un cartel colgando: "bar gran vía", bajo la jamba una guirnalda totalmente folclórica. En la ventana sólo vegetación y humedad. Dentro una barra, unas mesas, sillas sobre las mesas, algún cliente y el Beni. Todo rodeado de fotografías. Papel satinado mate que inmortalizaba los mejores momentos vividos entre aquellas mugrientas paredes. Pósters de Leonardo Dantés con y sin pelo, con y sin peluca. Fotografías dedicadas por Tony Genil, Carlos Iglesias, Francis Lorenzo y otros muchos.
Gracias a que Sun records está en la calle Leganitos. Gracias a un bar cerrado. Gracias a un gordo que se encerraba en otro. Gracias a una visita inesperada desde las tierras de Guinnes. Gracias a todo eso acabamos sentados en la mesa número 24, de las tres que ocupaban la mayoría del espacio. Junto a nosotros dos arcones. Dos cofres que encerraban el dorado tesoro. Era abrir el primero de ellos y quedar deslumbrado por el reflejo de la luz sobre el cristal de cientos de botellines. Del segundo emanaban tonos plateados. Una coleccón infinita de botes de aluminio. Y venga a abrir el arcón. Y venga a brindar. Y dónde está el abridor. Y una tapita de jamón. Y el hilo musical digital. Y las moscas en el baño. Y otra ronda. Y el fary. Y más gente. Y pollo empanado para la 24. Y besos. Y abrazos. Y si alguien llega a las 40 consumiciones se hace una foto conmigo así vestido (dicho por el mismísimo Beni coronado por un cochambroso sombrero de paja y pertrechado de un micrófono luminoso y estridente).
Sin duda hubiera sido un bar muy adecuado al espíritu esedario. Pero ya es tarde. Demasiada gente. Para esas tardes de cerveza tuvimos el Rod's, ahora transformado en un hiper-chino. Y el bar Luis, con su salón de los años 70. Y ahora Rocafría, también muy concurrido, pero igualmente mítico. Allí nos esperan el Fortu, el calvo, el julen, el berni, la divor, el andrés, el perico y demás... siempre con los botellines abiertos.

Allí nos veremos hermanos!!

Posted by eljebi at 6 de Noviembre 2003 a las 01:02 AM
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