Bienvenidos al capítulo piloto de una serie que promete ser gran éxito de audiencia. O, como diría aquél, la serie número uno de la televisión humorística, con el superrrrr-comediante Aquilino Polaino (era así, verdad?). las aventuras de un barrio con muchos porteros y más porteras. Los unos automáticos, antológicas las otras.
este episodio nos sitúa en el tercero izquierda, en plena fiesta del barrio. Emilio no da señales de vida, pero sí el sustituto electrónico -sin que sirva de precedente-. Hay una reunión en la casa. La del cuarto no puede dormir, no está en casa. La del segundo tiñe su pelo y se dispone a salir para dejar la puerta abierta. El dueño del piso ni tan siquiera se digna a aprecer para cobrar el alquiler, pese a su excesivo parecido con el señor barriga -en el apellido, se entiende-. Y vaya si se entiende. Pese al ruido y la fanfarria muchos se entienden, y la mayoría comprendemos. Ahí están todos juntos. Las lesbianas del segundo con los gays del tercero, el cuarto, el quinto y el que haga falta. Desfilan y bailan, mientras los protagonistas alzan sus brazos al ritmo que les dicta la fusión de los hielos. Salud, salud. Por ti, por mi, por fin, etc. La comunidad vive en paz, pese a lo que digan los opositores al presidente en sus particulares juntas. Que si sus padres, que si sus hijos, que si su puta madre y todo eso. José Luis Moreno también baila y Rockefeller da un pico a Monchito mientras macario depila sus piernas con una goma Milán para lucir con garbo un tanga de pana. Qué contentos estamos! Qué más da todo! Tú a lo tuyo y yo a lo mío. Si no funciona el ascensor, pues debéis seguir subiendo peldaño a peldaño. Si pisar lo mojado, eso sí.
Qué más da si acabamos la noche en el bar de al lado que más que un pub parecía una marisquería (por las langostas, digo). El caso es que nos llevemos bien y nos dejemos llevar, que la basura se baje a partir de las ocho y el ascensor no se use para mudanzas.
Suma y sigue, camina o revienta, nada de juego destructivo, todo creativo. Sin defensas, sin pivotes. Los fulanos a hacer de fulanos y los Mauros Silvas, a hacer de Mauris, digo (saludos al fulano desde fuera del pozo).