Sí amigos. Después de tanto oír hablar de ella haciéndole caso omiso a Chaflanes y demás publicitarios venidos a menos (si cabe) recibo de la realidad cotidiana de un instituto badalonés la aplicación práctica de esto.
Véase.
TARGET O PÚBLICO OBJETIVO: gente joven de 14 a 22 años de clase media, media-alta.
OBJETIVO DE MARKETING: aumentar las ventas y captar un 10% más en la cuota de mercado, intentando adueñarnos de la clientela de la zona circundante a nuestra instalaciones.
OBJETIVO DE COMUNICACIÓN: hacer ver a este público las bondades de nuestro producto.
VENTAJA DIFERENCIAL: una especie de servicio drive thru. El cliente espera sentado y se le atiende por la ventana.
BENEFICIO: relación calidad-precio adecuada.
TONO: el del típico estudiante de bachillerato repetidor y gañán, que llega a la selectividad arrastrando el 50% de las asignaturas.
LIMITACIONES DEL CLIENTE: ninguna.
Resultado, una pieza de marketing directo con distribución en plena calle a modo de octavilla u hoja volante. Impresión 1/0 tintas, intentando reflejar la "estética fotocopia" muy difundida entre los jóvenes estudiante. Todos los objetivo cumplidos, el target captado, la couta de mercado aumentada...
Esó sí, pese a llegar a una facturación de 120 euros por hora, y lo bien conseguido del tono en el mensaje, estética y demás, hubo un problema. LLegó a manos equivocadas, los mossos. Y el cleinte, firmante de la campaña, acabó viéndose en el talego.
MORALEJA: la importancia de un buen briefing y contrabriefing. Por lo tanto, no se conforme con aficionados, cuente con licenciados de publicidad de la generación del 2002, hoy día grandes profesionales.
Venga chabale, tá bien, istudien en el tituto y aprueven tó. Y dejen er costo ya, sobre tó si no es der gueno...
http://www.elpais.com/articulo/cataluna/Vendo/costo/gueno/elpepuespcat/20070424elpcat_15/Tes
Posted by eljebi at 24 de Abril 2007 a las 02:25 PMvaya lenguaje que usais los publicitarios, o publicistas, nunca se que término es el correcto.
para que me entere: eso del briefing es el simple octavilleo ciclostílico? esto lo conocíamos los de la promoción del 68.
de todas formas tendré en cuenta tu consejo "zapatero a tus zapatos" ¿porqué no me registrarían la bolsa el viernes en el ave?
Ya sabes, compi: Camarón que se duerme...
Y es que la nueva generación de publicistas gore vienen empujando de una forma...
Me han dicho que lo último en promoción para fidelizar ejecutivos en el consumo de hortalizas oriundas del valle del cinca y del Jalón consiste en la publicidad directa del objeto consumible. O sea: se encomienda a dos sesudos adultos que inspiren confianza y bonhomía que adquieran en el mercado de Zaragoza frescos productos de la huerta y los paseeen por el AVE en elegantes bolsas de rafia de modo que asome descuidadamente el cardo o los espárragos del ubérrimo valle por los laterales e impregnen con su fresco y penetrante aroma...
No se me ocurre nada más recurrente en este mundo en el que el tomate ha caído en una espiral de difamación y decadencia que el acudir como referente a unos adomingados culturetas bien cargados de hortalizas.
El colmo sería , valga la futra redundancia, culminar la acción con la continuación del paseo por los más selectos bares de la capital, manteniendo el tipo hasta bien entrada la madrugada...
lo que faltaba por inventar: que se vendan futas y hortalizas en los trenes de lujo. teneis una imaginación muy calenturienta. no me imagino yo tal cosa y menos que la exhiban por los Bares cual "amigo, barato, barato, queres relojes" en fundas de rafia
Posted by: el argonauta on 27 de Abril 2007 a las 01:39 AMalguien ha cometido el desliz de confundir Alta Velocidad Española (AV en catalán) con Asociación de Verdulelos de España y cuando se habla de pasear las hortalizas por el ave debe entenderse como exhibición de productos hortofrutícolas en la asociación antes mencionada. En la bolsa de rafia se ocultaban libros de poemas del siguiente tenor "
Pies y manos cortezas
trozos de cortezas de encina
hijos de corteza de algodón
recién nacido y sonrosado
angarillas"
Eran o no eran merecedores de tal camuflaje. No se podía correr el riesgo de llevarlos al descubierto.