Cuiden a los Niños

LIBERAD A GÜILY (la orca de Saddam)-.

Sí amiguitos. Vuelve el empalagoso niño rubio, de gorra roja y vaqueros más tejanos que Camp David. Pero ahora vestido de camuflaje, con bigote, tez aceitunada y cara de mala hostia. Creo que ni tan siquiera la orca es la misma. Creo que ahora se escribe con H, y está hecha de sogas. Resulta que el protagonista de esta nueva versión al final de la peli muere, se supone. No la horca, sino el niño, que a gritos de Alá es grande intenta no darse por aludido por las palabras de juez al igual que hacíamos nosotros con aquello de ladra cucho que no te escucho... Ay, y el pequeño Saddam va a quedarse colgado una vez más, y de una vez por todas. Y no digo que no se lo merezca, aunque en realidad una pena de muerte no habría de merecerla nadie. Le colgarán junto a su horca por la matanza indiscriminada de chiíes. Y estos gritarán y jalearán su muerte, mientras que los suníes cargarán sus armas y saldrán a su encuentro. Así aceleramos la reconstrucción de un país venido a menos, acabando con todos sus habitantes a base de enfrentamientos y descontroles varios. Y pimba, y pumba, y Güily (como los Güiston que vendía el moha, aquel amigo der maki). Y la sentencia ha venido con la misma velocidad que una bala, justo un par de días antes de las elecciones yankys en las que mister danger ve algo más peliagudo que la deglución de una cookie, oh yeah. Y la solución estará en las urnas, en las de los sufragios y en las luctuosas. Las yankys y las iraquíes.
Joder, y seguro que le esperan juicios sin fin a nuestro protagonista, y sentencias igualmente jodidas. Y a ver quién reejecuta al pequeño Saddam, una vez muerto y amortajado con la erección típica de los ahorcados. Para la ejecución quizá no haya soluciones, pero sí para los juicios. Tomen nota, tribunales, en el magnífico ejemplo y paradigma de la decrepitud televisiva actual, el buscador de histerias de tele 5, el otro día acudieron a una medium para entrevistar a Carmina Ordóñez. Conste que primero tuvieron el detalle de justificar tan deplorable reportaje (cosa que dice bastante en su contra), mostrándonos imágenes de un experimento similar para hablar con Lady Di hecho por un canal tan yanky como mister danger. Y carmina, a través de la voz de una gitana, decía cosas tan interesantes como el Alá es grande con el que Saddam intentaba callar a la justicia. Ay Saddam, aguanta y aprieta. Ya sabes lo que te espera, incluidas entrevistas televisivas post-mortem. Ey, igual puedes participar en algún concurso con otros condenados a muerte ilustres. No sé, tipo Allá (o Alá) tú, Alta Tensión o Pasapalabra...