Sí amigo lector. Retomamos en nuestra pseudoconnivencia de hoy el tópico tocado en aquel caluroso 17 de agosto de 2004. La furgoneta de los huevos, aparcada en la puerta de la oficina de correos. Huevos aragoneses, del tamaño de un asteroide medio, que diría don Herminio. Que deben tener una yema como una pelota de tennis, digo. Y encima buenos. La Hostia (aprovecho ahora que no estamo en pleno formulario de la SGAE), Linux. Y entoncés, ante tanto arte convertido en rotulación vinilística utilitaria caí en la cuenta de que en esto de la publicidad sólo sabía que no sabía. Y ahora me encuentro prácticamente lo mismo en la mayoría de campos de fútbol de esta simpática liga española. Una panda de aguerridos picapedredos del fútbol abanderados por los hermanos Milito (gaby milito? aquel futbolista despreciado por la galaxia blanca con nombre de dúo cómico-circense, sustituido acertadamente por el hooligan woodgate; diego milito, pues su hermano, obviamente). Y a base de duros entramientos físicos, sesiones de masaje e ingentes raciones de güebos güenos y mucho gordos van matando gigantes con pies de plastilina a base de cañonazos. Y ahora Víctor Muñoz sonríe volviendo a encajar su mandíbula, batiente en el banquillo, masticando obleas dorados en el amarillo oro de unos huevos inhumanos. Y al atleti se lo cargan, más por los pelos que por los huevos, bien siendo cierto que son términos habitualmente próximos. Al equipo del gobierno se lo zumbaron sudando y pidiendo la hora en la vuelta. Y ayer. Ay ayer. El druida llamado utillero preparó la marmita de la mágica poción y repartió un mendrugo a cada uno de sus futbolistas. Y estos mojaron seis veces y se comieron a los mendrugos, paletos madrileños de esos que creen que la alta cocina es un trozo triangular de queso posado en un trozo crudo de brócoli con virutas de naranja. Y tras cada gol se abrazaban y eruptaban como grito de guerra, embriagando a todo el estadio con el saludable aroma del fruto de la gallina. Y así me di cuenta de que definitamente sé que tampoco sé nada de fútbol (algo que ya barruntaba cada vez que animaba al atleti). Amigos, este año la copa es del español de barcelona... premio desierto por incomparencia, acude en su nombre a recoger la copa de manos de su majetez juan carlos Carod Rovira. Un aplauso. Manda Güebos.
Posted by eljebi at 9 de Febrero 2006 a las 02:40 PMEsto es un castigo divino porque un madridista de pro puso en una güeb, ME CAGÚEN LA XXXXX" donde XXXX se celebra tal que un día 12 de octubre. El comentario fue expurgado ipso facto, por temor a revultas por parte de integristas zargozanos, españolistas y católicos en general, pero por lo visto la culpa todavía no estaba expiada. Ahora sólo les vales a los merenguistas localizar al blasfemo, sacrificarlo y rezar por que así se produzca el tan ansiado milagro.
Y aún así no se yo, porque está ese famoso dicho de "Fíate de la Virgen y no corras", y la verdad correr, lo que se dice correr, los del Madrid no corren mucho, vuelan como diría Marianico "Raroy" el Corto.
Ya veo, ya veo. Que del árbol caído todos hacen higas. ¡Tenéis el corazón de basalto! ¿No se os mueven las entrañas contemplando la angustia desesperada que acojona el día de hoy a esos esforzados del tepe verde? ¿No os dáis cuenta de que el mucho dinero no les da la felicidad? ¡Apiadaos, coña, que no cuesta un güebo!
Me sé de buena tinta que Bono les va a conceder la gran cruz del sufrimiento por la patria. Y es que estos maños ha jugado al grito de:
"Chufla, chufla que como no te apartes tu...!
Pues yo imito al faraón y me cambio al equipo del Manzanares, que para eso somos vecinos.
Por cierto, han descubierto una nueva tumba intacta en el Valle de los Reyes. A ver si se encuentra ahí enterrado el espíritu blanco momificado...