Soy un tipo coherente, íntegro y agradecido. Normalmente el trato conmigo resulta agradable, y cuando no es así, pues me la suda. Rectifo, resisto, perdono, no transijo, rechazo. Pero ahora hago un ejercicio de forzada modestia, vuelco una vacía llena de humildad y empapo mi cabeza. Ahora mi pelo y cuello está ya secos, pero mi frente sigue baja. Humillo mi gesto ante la milagrera televisión e imploro en silencio pèrdón mientras tarareo la canción. Y es que habitualmente uno vomita y echa las tripas sobre cualquier spot de kinder; y es que uno habitualmente escucho death metal o hardcore; pero hay ocasiones en las que la espiral áurea deshace la estabilidad y rompe toda proporcional previsibilidad para acabar sonriendo con toda la sensibilidad cristalizada en los ojos mientras ves cómo es la nueva merienda para él y para ella con el mítico "les cornichons" de fondo...
Posted by eljebi at 29 de Noviembre 2004 a las 12:52 AMClaro, porque además no engorda... un cacho de chocolate que no engorda y a través del cual puedes hasta ligar.
Joer, si lo llego a saber antes...
Y encima el puto niño del anuncio se llama como yo...