En la cocina moderna hay mucho mito que debería ser desbancado, como ese que dice, por ejemplo, que para comer en un sitio guapo hay que dejarse 50 ecus. O aquel otro que reza que en un buen restaurante moderno la ración deber caber en un plato de postre pero debe servirse en una fuente bien grande rellenando el espacio sobrante de continente con unas líneas de colores vacías de contenido...
Yo ahora, como gastrónomo aficionado y maduro, que dsede hace un tiempo prefiere un menú del día a un menú doble whopper voy a dedicarme a desfragmentar y desestructurar introduciendo en nitrógeno líquido la insulsa naranja de la leyenda de mantel y mesa. Y voy a empezar por la comida rápida. Esa comida que ingieres en 20 minutos y una hora después desaparece de tu organismo dejando un vacío mayor del que tapó en su momento. Efectivamente, los burgers y los chinos. Una comida apañada, muy buena la china, e igualmente laxante ambas (al menos en mi caso). Pues vamos a ver una cosa: si en los cubos de basura junto a los restaurantes chinos nunca hay gatos y en los burgers usan carne de rata, por qué nunca coinciden dos de estos restaurantes en la misma calle? Sería perfecto, una calle plagada de ratas que atraen a gatos que serán cocinados, igual que las ratas, que se multiplicarán por miles al tener la única amenaza de la plancha grasienta.
Pues esto no sucede porque algo de mentira habrá en eso. O quizá porque tengan estos establecimiento mucha mayor conciencia y decoro con la salud pública de lo supuesto. Cada una con su tradición pero sin joder la vida a los vecinos del barrio. Eso sí, que pasaría si llevas a una china a cenar a un McDonalds? Pues el experimento, realizado hace dos meses, ha dado la razón a todo el mundo: en cuanto entró la china desaparecieron los gatos y las ratas camparon a sus anchas por el pseudorestaurante de suelos blanquinegros...
(noticia verídica estraída de Terra hoy mismo)
Una rata muerde a una cliente de un McDonald's
La cadena estadounidense de comida rápida McDonald's ha sido condenada a pagar 290 dólares (215 euros) a una cliente mordida por una rata cuando comía en uno de los restaurantes de la multinacional en China, informó hoy el portal de noticias sina.com.
El suceso ocurrió en septiembre en un local de McDonald's en Shenyang, capital de la provincia nororiental de Liaoning, cuando una rata se introdujo en los pantalones de una universitaria que comía con sus compañeros y le dio un mordisco en la pierna derecha.
Abrir burgers en China, es que eso ya es la hostia de retorcido. Ya sólo falta que la china hubiera muerto para ver si la enterraban o desaparecía misteriosamente...hum.
Posted by eljebi at 11 de Junio 2007 a las 01:37 PMEntre los habitantes de ciertas zonas de Ecuador, México y China se cocinan ratas autóctonas, por lo que, al paso que va la emigración, sobre todo de Ecuador y China, no debemos extrañarnos si aparecen en ciertos menús guisos de tales animalejos.
Los gatos son más hispánicos: se deben escoger los más gordos. Una vez gollados y desechada la cabeza, desollarlos, abrirlos y limpiarlos a conciencia, envolverlo en un trapo de lino y enterrarlos un día y una noche, untarlo con ajo y aceite y azotarlo con verdesca. A la brasa a o la parilla.
Que aproveche
Más aquerosos son los caracoles.
y luego seguro que se hinchan de zarajos, entresijos y gallinejas...
Posted by: chi norris on 21 de Junio 2007 a las 11:05 PMTú sí que eres retorcido con eso de las gatos de Siam que comen hamburguesas en vez de ratas americanas. Yo me sé de un sitio al que te llevaré el mes que entra donde hay muchas ratas que no verás y a donde está prohibido llevar hamburguesas. En el correo está la pista. Si lo adivinas, tendrás parrillada merecedora de tantos elogios como las fabes que en el puerto deportivo gijonés degustamos.
Salud, ¡hip!