Querido señor Reeve, si ése es su verdadero nombre:
a usted le dedico mi primer post de octubre. Un post de ambiente gélido rodeado de olor a rancia naftalina. Y es a usted y no a otro no por usted, sino por él. Porque usted es él, y casi nadie sabe realmente quién fue su creador. Pues a usted, Superman, le comento cómo va mi vida por estos días. Lenta, avanzando poquito a poco, aunque no en todos los ámbitos. Se desacompasan vertientes de mí mismo, e incluso he abandonado la búsqueda de alicientes. Siempre he querido hacer cosas, moverme, y me veo parado. Y pienso en cómo usted luchaba contra L. Luthor, y entonces asumo la existencia en mi habitación de mi propia kriptonita. Prometo escrutar cada rincón de mi templo hasta dar con ella y destruirla.
No puedo describrir con exactitud el efecto que en mí produce. Apatía. Desidia. Cansancio. Y ahora me veo a mí mismo reflejado en la pantalla de mi monitor bostezando. ¿Qué cojones estoy haciendo?, entre otras, son las interrogaciones retóricas que me rodean. Y sé que no esperan respuesta, pues es de sobra conocida, y quizá lo mejor sea no pronunciarla para no ahondar en esta absurda agonía. Y es que usted sí supo cómo acabar con todos los malos, hasta con su lado malo y el hijo del Sol (creo). Pero llegó un día que empezó a generar chistes como un descosido, y convirtió al caballo en el animal más fuerte del mundo, y puso rampas de acceso a las cabinas de teléfono, y todo eso de los calzoncillos por fuera y tal. En fin, que eso, que yo ahora estoy tan parado como estaba usted. Peor aún, muevo cualquier parte de mi organismo a mi voluntad y no le pido apenas nada. Sólo me siento bien cuando estoy con ella, y cuando estoy solo así me siento. Y encima ahora viviendo en el pueblo de los malditos. Con todos esos horribles niños hijo de Albino y Romana . Con sus ojos rojos y sus pelos blancos. Y no recuerdo cómo conseguía usted deshacerse de su influjo, pero mal no me vendría saberlo. Pensando en usted me doy cuenta de que no puedo convertir mi vida en un vulgar remake de la ventana indiscreta y debo luchar por algo mejor. Algo merecido, tampoco espero nada del otro mundo.
Por cierto, ya me dirá usted cómo es aquello...
Hoy mismo lo comentaba con mi compi.
Hoy ha ganado el sr. Luthor, aquel que representaba el mal por encima de todo...
Espero que la capa de Superman pueda seguir activa en este mundo cada vez más injusto.Y sea capaz de superar aquellas infinitas desgracias de las que no sólo Luthor es culpable.No sé si nos damos cuenta de que el mundo corre el mayor peligro justamente de aquellos que dicen que dicen protegernos y, en cambio, nos sumerjen en un mundo cada vez más sangriento y donde los niños no son cuidados. No hay más hipocresía que la de los poderosos.
Hoy,Superman se ha ido volando quizá incapaz de seguir luchando. Pero Superhéroes nunca faltaron.Y esa es la esperanza.
Mi corazón de niño llora hoy metafóricamente.
Adiós Superman.